Hoy os traigo una tarta de estas que está de "pecado mortal". Mira que yo no soy mucho de chocolate, pero he de reconocer que está tarta me ha encantado.

El chocolate blanco es un dulce elaborado con azúcar, manteca de cacao y leche. El punto de fusión de la manteca de cacao es lo suficientemente elevado para mantener el chocolate blanco sólido a temperatura ambiente, pero lo suficientemente bajo como para hacer que se funda en la boca. En contraste con el color normalmente oscuro del chocolate, el chocolate blanco es amarillo claro o marfil, lo que a veces lleva a pensar que no contiene cacao. Como el cacao se añade en forma de manteca en lugar de sólidos, ha habido cierta discusión sobre si el chocolate blanco es chocolate auténtico.

El chocolate blanco fue introducido por primera vez en Suiza unos pocos años después de la Primera Guerra Mundial. El primero fue producido en 1930 por la compañía Nestlé en una barrita llamada Galak. Un año después, M&M Candy introdujo en los Estados Unidos este tipo de chocolate, fabricándolo en Nuevo Hampshire. En 1948 Nestlé lanzó la barrita Alpine White conteniendo chocolate blanco y almendra picada.

Ponemos el chocolate en el vaso y trituramos 10 seg vel.7. A continuación, añadimos la nata; la leche; el azúcar; el queso crema y la cuajada. Programamos 12 min, temp 100º vel. 3

Ponemos todos los ingredientes, excepto el chocolate en un cazo y batimos con la batidora hasta que quede bien mezclado. A continuación, agregamos el chocolate troceado y lo llevamos al fuego.

Le iremos dando vueltas con una cuchara de madera hasta que espese (debe de quedar una textura similar a la miel).

Mientras estamos preparando la crema, de cualquiera de las dos maneras, engrasamos un molde desmontable con un poco de aceite de girasol.

Para este tipo de tartas yo suelo utilizar un truco: abrimos el aro del molde, en la base colocamos un papel sulfurizado, colocamos de nuevo el aro y cerramos, así es mucho más fácil desmoldar la tarta una vez que este cuajada.

Colocamos una capa de galletas en la base y rociamos con abundante sirope de chocolate. Colocamos otra capa de galletas, intercaladas de manera que tapen los huecos de las de abajo y volvemos a rociar con sirope.

A continuación, vertemos una capa de crema (como la mitad aproximadamente) , hay que hacerlo poco a poco para que las galletas no se suban.

Volvemos a poner una capa de galletas, un poco de sirope y el resto de la crema. Para finalizar, la decoramos haciendo unos círculos de sirope.La dejamos enfriar en el frigorífico unas 12 horas.

Ya se han acabado las vacaciones y como siempre, cuesta volver a la realidad. Este verano ha sido un poco atípico, el tiempo en Asturias no nos ha acompañado mucho, yo diría más bien que nos ha abandonado por completo y creo que este año la estación "verano" ha pasado de largo por nuestra provincia.

Dentro de poco, comenzamos con la rutina diaria , trabajo, colegio, "mal tiempo"... y cuando nos demos cuenta, ya han  llegado las Navidades.

También ha sido un poco diferente que otros veranos porque sigo de baja, mi querido cuello sigue dándome guerra, aunque parece que poco a poco va mejorando. A estas alturas y después de seis meses, ya voy teniendo ganas de recuperar mi vida normal.

De todos modos, he conseguido descansar, disfrutar de mi familia y leer un libro. Desde que comencé el blog, una de mis grandes pasiones había quedado un poco desplazada. Ya sabéis, que cuando uno se engancha a este mundo; sólo tiene ojos para los libros de cocina, para las revistas de gastronomía y para las tiendas de alimentación, delicatessen o artilugios varios .

Esta sangría es una bebida muy refrescante, aunque un poco peligrosa (lo digo porque entra sola y cuando te das cuenta... ¡ no te puedes levantar !).

Es ideal como aperitivo o como sustituto del vino en las comidas. Si no la conocéis, os animo a probarla, estoy segura de que os encantará.

Se lava bien la fruta y se corta en rodajas finitas. Se echa en un recipiente y a continuación añadimos: el azúcar, la sidra, el refresco de naranja, el zumo de manzana y el ron.

Removemos con una cuchara de madera hasta que el azúcar se disuelva completamente. Lo dejamos reposar en el frigorífico unas dos horas antes de servir y listo.

Espero que os animéis a probarla, ¡ya me contaréis si os ha gustado!

No sé lo fácil que resulta comprar la sidra fuera de Asturias. Os dejo un enlace de una página de productos asturianos on line, por si os interesa http://tienda.productosdeasturias.com/